Sociedad
Justina: la pequeña guerrera que venció al cáncer y regresó a casa

La pequeña Justina de 8 años regresó a Posadas después de su ultima sesión de quimioterapia en el Hospital Italiano por un diagnóstico de osteosarcoma, fue recibida por sus amigos del Instituto Gutenberg que no la veían hace un año. Su papá, Adrian Lima habló con Red Ciudadana sobre la lucha de su hija contra el cáncer.
“Justina tiene 8 años, nació el 1 de diciembre del 2015. Es muy difícil mencionar en palabras todo lo que Justina ha vivido porque la que puso el cuerpo fue ella y nosotros la acompañamos incondicionalmente. Pasamos momentos muy difíciles pero gracias a Dios, Justina logró soportar el tratamiento”.
“A Justina le diagnosticaron en mayo del 2023 osteosarcoma en el hombro izquierdo, empezó como un dolor o molestia y fuimos al medico para hacer una placa. No le gustó mucho al doctor asique hicimos una tomografía, en tres días tuvimos el resultado y el doctor detuvo todo porque las tomografías están sujetas a la subjetividad de quien la mira. Hasta que no se abra y se haga una biopsia no podes dar un resultado de 100%”.
“Por la confianza que tiene este medico con el abuelo de Justina le dijo “Es osteosarcoma”. Al otro día tomamos un avión y nos fuimos a Buenos Aires, la tía de Justina trabaja en el Hospital Posadas en Morón donde le hicimos biopsia y todos los estudios, realmente era osteosarcoma”.
Cuando recibieron el diagnóstico “llegamos a Buenos Aires y lo primero que hicimos fue hablar con la oncóloga, y dijo “lo único que voy a pedir es que no googleen” y hasta el día de hoy nunca lo googlee. Porque cada persona y cada niño asimila la droga de diferente manera, hay personas a las que les hace efecto y otras que no”.
“Nosotros contamos con una familia de profesionales y nos asesoraron volar a Buenos Aires, dio la casualidad que la hermana de la mamá de Justina trabajaba en un hospital. Porque teníamos que hacer las biopsias acá en Misiones y nos pasaban para tres meses. Yo no quería esperar tres meses, quería saber mañana lo que tenía Justina”.
“Entonces viajamos a Buenos Aires para hacer la biopsia, viajamos el 27 y el 28 estaba en quirófano. A los 5 días Justina ya estaba ingresada para ponerle el catéter en el pecho donde ingresaba la quimio”.
“La oncóloga de ahí me dijo: “necesito que Justina se vaya al Italiano” porque ahí está la mejor oncóloga de Latinoamérica y el mejor cirujano oncológico. Ahí empezó la intervención del presidente de la obra social IPS, Lisandro Benmaor que logró que Justina este en el Italiano. Estuvimos desde el 26 de mayo hasta el día de hoy”.
“Termino la ultima quimio hace 15 días, era de lunes a viernes, 4 horas por día, casi dos litros de la droga entraba en el cuerpo de Justina. Salíamos los sábados y domingos e ingresábamos de lunes viernes”.
“La diferencia de un mayor con un niño es que nosotros hicimos que Justina naturalice que esto es la vida, porque ella veía niños en su misma condición que estaban en el mismo tratamiento y se renueva constantemente, entraba uno y salía otro. La oncóloga nos pidió que la mantengamos activa, feliz, contenta que no este triste dentro de las posibilidades que podíamos”.
Cuando Justina se entero que regresaría a casa “estuvo todos los días sin parar preguntando “¿Cuando volvemos? ¿Cuánto falta?”. Gracias a Dios tiene un grupo de amigas que son excelentes, que la acompañaron, que estuvieron con ella vía WhatsApp, viajaron a Buenos Aires a visitarla”.
“Esto no termina acá, terminó una etapa muy difícil donde se le realizó un trasplante de hueso desde el hombro hasta el codo, le abrieron el pecho porque le encontraron nódulos en el pecho donde estaban los pulmones, lo analizaron y no era nada. Los controles son trimestrales los primeros dos años, semestrales el 3ro y 4to y anuales a partir del 5to”.
“La quimioterapia funcionó en su cuerpo en un 99%, Justina es un milagro.
