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Esta semana se recuerda el ciclón que devastó Encarnación
La Directora del Archivo Histórico de Posadas, Silvia Gomez habló sobre el 20 de septiembre de 1926 entre Posadas y encarnación, cuando el clima estaba muy extraño y al medio dia de ese dia mejoró notablemente con ciertos festejos por la primavera, “se hacia una cena en el Club Social, lo estudiantes más grandes daban serenata toda la noche a los profesores con una guitarra, acordeon, arpa. Estaban en esos preparativos cuando se nubló y empezó a pasar el viento sur y oeste chocando en el Río Paraná, levantaron una tromba volcando toda esa agua en la zona baja de Encarnación, destrozandola”.
“No quedó familia, fue tremendo. Estamos hablando de una ciudad más pequeña que Posadas, con menos de 20mil habitantes en ese momento y viviendas muy precarias de madera. Destrozó todo, no hubo mayores incendios porque el Jefe de la Usina de Ecarnación cortó el servicio electrico lo que le costó la vida porque se electrocutó pero evitó la muerte de miles de personas más”.
“Cuando más o menos calmó la tormenta un mecánico con un sacerdote buscaron un canoero y cruzaron el rio para pedir ayuda en Posadas, el sacerdote fue hasta la iglesia, el mecanico hasta la logia por Roque Perez porque el era masón y el canoero quedó esperando. En media hora se organizaron medicos, enfermeros y monjas empezando a auxiliar”.
“Los ferris fueron en ese momento muy importantes. El tema durante muchos años fue el por que Paraguay hasta este año celebra este acontecimiento como “La solidaridad encarnacena posadeña”. Pudimos comprobar que toda la argentina auxilió, se convocó a los niños de las escuelas públicas argentinas a colaborar con una donacion de 10 centavos y con ese dinero recudado se sentaron las bases de la Escuela Argentina de Encarnación”.
“Todo el pais auxilió, Posadas paró toda su vida durante 30 dias calendario para colaborar con los heridos, la reconstruccion, retirar escombros. En los listados de donaciones hay desde pan, chipa, aceite hasta juguetes, pañales. Se contemplaron basicamente todas las necesidades. Todo indica que los auxilios más fuertes salieron de acá”.
Sobre los fallecidos “no hay un número exacto, algunos hablan de 1000 otros de 500, algunos de 328 pero en realidad no hay una cifra. Hay muchas historias de sobrevivientes y hay mucha gente descendiente que tenemos viviendo entre nosotros”.
“Al año siguiente en el primer aniversario el Centro de Estudiantes Católicos de Paraguay y la Federación de Estudiantes de Paraguay colocaron unas placas en la Plaza 9 de Julio en agradecimiento y en 1929 se donó a la Municipalidad la Piramide de piedra roja que está en el Parque Paraguayo en agradecimiento a la ayuda prestada”.