Cesia Brambilla de Markovich es una joven posadeña que hace más de 12 años decidió radicarse en Israel. Antes de casarse, fue parte del ejército israelí y se retiró hace unos años. Hoy está viviendo en el clima de guerra mientras su esposo y su hermano fueron reclutados.
En comunicación con Ciudadanos, Cesia expresó: “Mi esposo, gracias a Dios, lo necesitaron acá en el trabajo, así que volvió del ejército. Mi hermano está en el pelotón de los que entran a Gaza. Es de la unidad que está allá adentro, así que estoy con el corazón en la boca, y yo acá, cada día que pasa cuesta más, es difícil porque todo el tiempo hay muchas sirenas de misiles.”
Cesia agregó que Jerusalén se mantiene a salvo de los misiles; sin embargo, el peligro sigue apareciendo: “Jerusalén no están tirando misiles, gracias a Dios, pero por ejemplo, ayer tiraron más misiles de la cuenta, sonó la alarma en todos lados y ya ya es una alarma que uno entra en pánico. El domingo creo cayó cerca de Tel Aviv, gracias a Dios no hubo heridos, pero cayó cerca. Simplemente tiraron un montón de misiles y por más que uno quiera o no, la Cúpula de Hierro anda y de los 200 misiles que tiraron, uno cayó cerca, pero gracias a Dios nadie salió herido”.
Ante la consulta de si puede salir más, expresó: “Ya estoy más animada para salir, ya volví al trabajo, pero ayer me agarró de vuelta la sirena en el trabajo y yo tengo a mi nena que está en la guardería. Era una situación bastante fea, uno entra en una crisis, si cae o no. Ayer justamente, yo vengo al trabajo en en tren y en el tren después del que yo estaba, hubo un atentado y dispararon al tren. No hay heridos y la policía así logró atrapar al terrorista, pero el peligro ya se siente por todos lados”.
En relación a su hermano, Cesia comparte que: “Mi hermano está obligado a llamarme todos los días, por lo menos un mensaje diciéndome que está bien. Si no escribe yo estoy preocupada. Él sabe que estoy esperando, pero él siempre le saca el lado bueno de cada cosa. Ayer, gracias a que entraron a Gaza pudieron rescatar a una soldada que estaba secuestrada. así que el entrar a Gaza está dando sus frutos”.
Y sobre su exposo que volvió de la guerra: “Mi esposo trabaja en Relaciones Exteriores que está en Jerusalén y regresó, pero hay muchas personas, hay muchos extranjeros. Entonces todo el tiempo viene gente y todos queremos que los rescatados vuelvan sanos y salvos”.