Thiago, un niño de 3 años, fue atendido en el hospital local por un cuadro de fiebre. Allí, le aplicaron una inyección, pero horas después comenzó a presentar vómitos, diarrea e inflamación en el cuello. Debido al empeoramiento de su estado, fue trasladado de urgencia a Posadas.
Durante el trayecto, la médica Cristina M. ordenó detener la ambulancia para intubarlo, lo que retrasó el traslado entre 20 y 30 minutos. Al llegar al Hospital Dr. Ramón Madariaga, lamentablemente, Thiago falleció.
Según su madre, el rostro del niño quedó irreconocible, con las orejas y los labios morados. Además, denuncia irregularidades en la atención médica, asegurando que en el historial clínico figura que su hijo llegó intubado con un tubo de tamaño 4, pero en realidad le colocaron una sonda nasal inadecuada para su condición.