Roberto Canessa: “Tenemos una capacidad mucho mayor de la que pensamos y en los momentos difíciles hay que apelar a esa fuerza”

El 13 de octubre de 1972, un avión con rugbiers uruguayos, acompañados por amigos y familiares, se estrelló en la cordillera de los Andes, antes de llegar a Chile. El episodio pasó a la historia como la tragedia de los Andes, aunque muchos prefieren hablar de un milagro. Es que 16 jóvenes lograron sobrevivir al accidente aéreo en medio de un glaciar, hasta que 72 días después fueron rescatados.

En comunicación con Ciudadanos estuvo Roberto Canessa recordando la tragedia: “Imagínate como cambió mi vida, nunca pensé que 50 años después me iba estar haciendo una entrevista una radio de Misiones, totalmente inesperado sin dudas, así que fíjate la difusión que ha tenido la historia y la oportunidad de comunicarme con la gente de Argentina, que tanto quiero, gente que me ha demostrado cariño en estos 50 años”

“Había que ser un héroe para salir a caminar, los que salieron en las expediciones, había que tener una mentalidad heroica, y para sobrevivir hay que tener una capacidad emocional de subsistir a las situaciones más adversas y no entregarse a acompañar, cada uno en la cordillera, de los que se salvó, puso lo que fue necesario, por supuesto que si te mata una alud no hay ni coraje, ni temperamento, ni nada de eso que te puede salvar” dijo Canessa.

Siempre se habló de un supuesto pacto entre los sobrevivientes de no contar algo, Canessa ante esto dijo: “El único pacto era no decir los cuerpos de quienes usamos para respetar a las familias de los que no volvieron, es una forma de agradecimiento, de no tentar esa intimidad que no es necesaria, para que lo único que sería hacer una maldad, lo demás está todo transparente porque no hay nada para para escondernos”.

“yo creo que es una historia universal y cada cual tiene que rescatar de la historia lo que lo que les llama la atención, me parece que la historia le pertenece al mundo, no pertenece a nosotros, a nosotros nos pertenece los sentimientos, los afectos, la familia, las familias de los que no volvieron, el club Old Christians, eso es lo que tenemos que cuidar, lo demás cada cual que lo interprete como le parezca, no es totalmente indiferente, evidentemente la parte de la comida lo que llama la atención al mundo, pero una vez que entras en la historia te das cuenta que eso fue comprar tiempo no más, que hubo otros componentes, que para mí son más importantes”

Además, Canessa se refirió al mito de que aguantaron más días por el hecho de ser rugbiers: “si ahora tuviera que caminar los Andes no llego ni a la primera piedra, tengo casi 70 años, son importantes, a los 19 años, como esos chiquilines, sos una sal, te vas a la discoteca hasta las 5 de la mañana y a las 9 están jugando al fútbol, eso es a los 19 años, eso no lo podes hacer nunca más, y si arriba sos rugbista, estás entrenado, es una realidad inamovible, para 4.500 metros perderse de 30 kilos y poder caminar al oeste solo con la ayuda de Dios y el buen tiempo se puede explicar”

Habló sobre los pensamientos de que no sobreviviría: “todo el tiempo, era un pensamiento indiferente a mi voluntad de caminar, era morir caminando, si me toca morir que sea caminando, pero con la esperanza de poder salir, por supuesto hay que aprender a sobreponerse al temor al fracaso, no hay que dejar de hacer las cosas por el fantasma del fracaso, yo creo que el compromiso con el esfuerzo”

Habló sobre el momento de llegada: “Fue el momento de los momentos de mayor orgullo de mi vida, de sentir que habíamos cumplido que el sueño se había alcanzado, que habíamos logrado contactar la civilización, que lográbamos decirle al mundo que estábamos vivos y que necesitábamos ayuda, creo que ese fue el sentimiento más poderoso”

Y Además, Canessa contó cómo fueron esos 10 días que caminó: “10 días, al principio Vicentín subió en la montaña con nosotros, pero después como vimos que era mucho más lejos de lo pensado, lo agarramos la comida de él y lo mandamos para para abajo, la comida que era sea la carne en medias de rugby y grasa, y además la bolsa de dormir se iba a romper menos con  dos personas en lugar de tres, o sea, que fue una estrategia de ese momento”

Habló sobre todas la repercusión en medios que hubo post la tragedia: “Con Pablo Viar si escribimos el libro “tenía que sobrevivir”, que no solamente habla de lo que pasó en la montaña si no después como esa experiencia te cambia la vida, me parece que ese libro habla muy bien, igual todos los libros, todas las películas, todo muestra ventanas diferentes de un hecho histórico sin dudas”

Además, el Doctor dio algunos detalles de lo que será el aniversario por los 50 años de la tragedia: “Hoy tenemos una misa a las 8 de la noche en el colegio Stella Maris, donde íbamos la mayoría, las relaciones con las familias han cicatrizado, estamos más juntos que nunca, la vida nos ha llevado a que mis nietos van al colegio con los sobrinos nietos de los que volvieron, somos una comunidad, muchas familias nos apoyaron del primer día y nos cuidaron, como que sus hijos no estaban, pero estábamos nosotros y muchos nos dijeron un gesto generoso, y de grandeza impresionante de los Nogueira por ejemplo, los Nicolich y otras personas quedaban más reservadas que costaba más manejar la situación, pero hoy en día estamos unidos en un solo grupo y es algo muy lindo en la memoria de los que ya no están”

Para finalizar, Canessa reflexionó: “Lo que aprendí es que cuando decís “no aguanto más a morirme” hay muchos lugares, hay mucho espacio, tenemos una capacidad mucho mayor de la que pensamos y en los momentos difíciles hay que apelar a esa fuerza que está ahí escondida y  que aprendí que no hay que cansarse de ser bueno, que hay que seguir ayudando colaborando abriendo el corazón y que es mucho mejor ayudar que necesitara ayuda, y que no nos damos cuenta lo bien que estamos hasta que se te cae el avión, si tenés agua para tomar, una cama para dormir y una comida decente, el resto depende de vos, no esperes a los helicópteros que te vengan a buscar, los helicópteros a buscar caminando, así que un fuerte abrazo a la gente de Misiones que los admiro, por cómo se hinchan por la vida en un lugar tan duro y  trepan su cordillera pero al fin del día tienen familia, tienen amigos y sienten que se ganaron el derecho a vivir”