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El duro testimonio del posadeño que fue reclutado por el ejército israelí
Pablo Brambilla es oriundo de Posadas, vive en Israel hace 9 años y, pese a la misión para repatriar argentinos del Gobierno, quiso quedar a luchar por el país de medio Oriente.
En comunicación con Ciudadanos, Pablo expresó: “Ahora no estoy cerca de la franja de Gaza, pero sí estoy a 30 minutos. Estamos cubriendo una de las zonas, también los puntos claves donde también habitan palestinos, también tenemos Ciudadanos israelíes que viven cerca y por un momento nos tocó cubrir acá por si acaso llegan a agarrarnos de sorpresa de estos puntos”.
Sobre las razones por las que fue reclutado, expresó: “Yo hice el servicio militar, me retiré en el 2018 y ahora me reclutaron. Soy un veterano que fue reclutado para poder cubrir estos puntos. Soy como un reservista”
El pasado martes, Argentina mandó a repatriar a los ciudadanos que se encontraban en la zona de guerra, Pablo quiso quedarse a luchar: “Fue una de las razones por la cual vine también. Sé a lo que me he estado enfrentando, sé lo que el país estaba pasando, pero no quiero volver a Argentina. Dejaré todo acá. Disfruto a veces también saber que hay gente que depende de mí para poder estar bien, y me hace sentir bien. Me hace sentir bien ayudar a otras personas, que doy de mí para que ellos puedan dormir en sus casas. Y porque también, no es una situación fácil, no quiere decir que la voy a pasar muy bien, pero, en cierta forma, me llena un poco este tema de poder proteger a millones de personas.”
Acerca de cómo es Ashkelon, contó:“Fuera de que hace un par de minutos cayeron unos cuantos misiles, y digamos que sí es una ciudad un poco peligrosa en el sentido de seguridad, pero, simplemente porque me gusta, porque me hace acordar mucho al lugar donde yo vivía en Misiones, lo que es la costanera y la gente. Sé que hay gente a la que no le preocupa eso, pero hay gente que sigue. El tema es que estamos cerca de que nos pueda caer un misil en cualquier momento. Hay mucha gente que se va, hay mucha gente que viene. Yo, por ejemplo, soy de la gente que no veo esto del peligro”.
En cuanto a cómo está el ánimo de los ciudadanos israelies: “Tenemos varios estados. En Ashkelon, en estos momentos, hay mucha gente que se puso en campaña para empezar a donar cosas a los soldados. Tenemos gente que llegó hoy, nos trajo mercaderías, nos donó equipos, porque fue tan repentino todo que nos tocó de sorpresa. Lo que pasamos en este momento no nos había pasado nunca, las imágenes fueron muy fuertes. Son chicos de 18 o 20 años que recién están empezando a vivir una vida. Tienen una responsabilidad tan grande como manejar un arma, tener responsabilidad para existir. Las imágenes fueron muy fuertes, la gente recibió un golpe muy fuerte. Algunos se quedaron y dijeron ‘no podemos estar así, hay que apoyarlos, hay gente que está peleando por nosotros’. Hay de todo tipo. Tienes gente a la que sí le afectó fuerte y gente que trata de no pensar para no perjudicar al resto”.
Sobre su situación, él expresó: “Yo a los 22 años decidí venir, no fue muy fácil tomar porque sé que Israel no es un país donde tenés algo 100% seguro. Entonces, por ejemplo es el vivir día a día, porque estas cosas pueden pasar en cualquier momento y aprender es otras cosas, aprendes a valorar, otras cuestiones, aprendes a saber que cada minuto cuenta. Hace poco mi padre ha venido a visitarnos, también yo fui a visitarlos, ahí me he dado cuenta que cada minuto, cada segundo que uno no lo gozaba, hay que aprovechar cada minuto porque es un minuto menos que no vuelve”.