El Senado de la Nación aprobó por unanimidad y convirtió en ley un proyecto que busca prevenir las violencias y abusos en la infancia, impulsado tras el caso de Lucio Dupuy, el niño de cinco años asesinado a golpes en La Pampa, por el que fueron juzgadas y condenadas su madre y la pareja de esta.
En exclusiva con Red Ciudadana, Ramón Dupuy habló y nos contó que significa para la familia que se haya aprobado esta ley: “sensaciones muy encontradas, la verdad que es una satisfacción de haber logrado la ley para los hijos de nuestra Argentina y por otro lado, la amargura de no tenerlo a Luisito con nosotros. Así que por eso digo que son sensaciones medidas encontradas, pero bueno, hemos logrado que todo el país, no solo nosotros solamente, sino todo el país, con el esfuerzo y ese granito de arena que ha puesto día a día, de no dejar caer el caso de Luisito para que saliera la ley para cuidar los chicos”
La ley, cuenta con una capacitación obligatoria para los agentes del Estado que trabajan en relación a la niñez, para que aprendan a detectar el maltrato: “Yo siempre digo que acá en el asesinato de Lucio hay tres asesinas, la principal y la que tiene la mayor responsabilidad de cuidar los chicos no lo hizo, que es Ana Clara Pérez Ballester, esa fue la jueza que le entregó a las asesinas en bandeja de oro a Lucio, para que lo mataran, entonces hay que capacitarse un poquito y ponerse un poquito en el lugar de las criaturas que están vulneradas en sus derechos y no tienen decisión propia”.
Además, Ramón habló de que ninguna persona del colectivo feminista lo llamó: “Yo no tengo nada contra el feminismo. Sí, contra el feminismo radical, el colectivo como decimos, el de feminismo radical, para mí no representa ninguna mujer. Para mí representó a estas asesinas. Le llamo feminismo radical a aquel feminismo que se sale a hacer sus necesidades en las puertas de las iglesias, demostrar sus intimidades y todos los demás, pero aparentemente a estas asesinas las representan muy bien, porque ningún colectivo de esos se vino durante un año y cuatro meses a levantar el teléfono y socializarse con la familia o solidarizarse con el país, porque el país lo sintió a esto, el mundo completo lo sintió. Nadie salió de ningún organismo, ningún colectivo, hasta el día de hoy no he tenido ni un llamado, ni nadie salió a poner la cara y decir “estas asesinas a nosotras no nos representan”.
Agregó: “Yo no tengo nada contra la mujer. La mujer es lo más bello que nos mandó Dios al hombre, es algo sagrado, yo estoy casado con mi señora hace 36 años, amo a mi señora, a mi hija, amo a mi mamá, yo no tengo nada contra la mujer, pero sí, contra el feminismo radical, el que se proclama “matar al macho, mata el machirulo, a tu tío, tu abuelo, tu papá” ese feminismo no debería existir, pero bueno, aparentemente existe y realmente estas asesinan las representan muy bien porque ese fue el objetivo de matar a Lucio porque era varón”.
A mediados de febrero, el Tribunal de Audiencias de Santa Rosa condenó a la pena de prisión perpetua a Magdalena Espósito Valenti y a Abigail Páez, las dos mujeres encontradas culpables del homicidio de Lucio Dupuy, el niño de cinco años asesinado a golpes en La Pampa.
La madre de la víctima, Magdalena Espósito Valenti, fue absuelta de la acusación de abuso sexual. La familia, exige que la caratula sea cambiada a “causa por violencia de género”: “apelamos a eso y espero que esta vez los jueces decidan. La cámara decida que cambie al agravante de odio de género, porque realmente a Lucio lo mataron por eso, no lo decimos nosotros, nos dice las psicológica y psiquiátrica que le hicieron estas asesinas, lo confirman los chats y de la forma de que mataron a Lucio, por ser varón, por interferir en la pareja”
Y para finalizar, habló acerca de la importancia de los medios en este juicio: “la ley sale más rápido cuando la gente apoya, nosotros juntamos muchísimas firmas, no tengo el número exacto en estos momentos en la cabeza, pero se juntó muchísimas firmas a nivel nacional y gracias a la gran presión que se metió en los medios, la gran presión que metió la gente común, la sociedad de Argentina fue que se trató tan rápido la ley. Debería haber sido mucho más rápida, la ley tendría que haber estado probada en noviembre del año pasado para noviembre”.